La historia comienza pocos minutos después de que Checo Pérez terminara de correr el Gran Premio de Azerbaiyán. Mientras Checo procesaba su incidente con Carlos Sainz, en Ciudad de México, su padre, Antonio Pérez Garibay vivía un momento crítico. “Cuando Checo termina la carrera yo voy al baño, y en el baño me desmayo. Entonces cuando mi gente me encuentra piensan que me dio un infarto”, relató a Azteca Deportes. “Llaman a la Cruz Roja, la Cruz Roja entra aquí a mi casa, me sacan de mi cuarto, me llevan a un hospital, pero como un infarto. Lo que yo traía era un derrame, una úlcera derramando sangre internamente.

Una situación extremadamente crítica, que lo dejó al borde de la muerte. “Perdí 2.5 litros de sangre. Tenemos 5, es muy peligroso. Es más peligroso la pérdida de la sangre que el infarto”, explicó Antonio. “De aquí me sacaron prácticamente muerto. Estoy muy agradecido con la Cruz Roja, la verdad me salvaron. Sin ellos, hubiera perdido la vida aquí en la Ciudad de México.”

A pesar de lo grave de su situación, Antonio decidió ocultarlo a su familia. “Le platiqué a Checo y a la familia que me interné en una clínica para hacerme los estudios que me hago anualmente”, dijo. Aunque Checo comenzó a sospechar que algo más serio estaba ocurriendo. “Checo habló conmigo y me dijo: ‘Papá, no te creo nada. Pásame al doctor’. Entonces, Checo y Toño hablaron con el doctor, quien les explicó que estaba estable en el tema del corazón, pero que tenía otros problemas, como la pérdida de sangre. Tuve que quedarme en terapia intensiva tres días.”

Antonio Pérez Garibay, padre de Checo Pérez
MEXSPORT
Antonio Pérez Garibay, padre de Checo Pérez.

¿Por qué Antonio Pérez ocultó a Checo su problema de salud?

Sin embargo, lo más sorprendente de esta historia es la razón detrás de su silencio. Antonio Pérez Garibay, no quería que Checo dejara de competir en el Gran Premio de Singapur. “No, no tenía caso”, explicó. “Si yo este fin de semana tengo que morir, y Checo tiene que correr el Gran Premio de Singapur, es más importante el Gran Premio de Singapur, porque ya no me puede revivir.”

Este acto de sacrificio muestra hasta qué punto Antonio Pérez valora los sueños y la carrera de su hijo. Aunque estaba enfrentando una batalla por su vida, lo que más le importaba era que Checo continuara compitiendo. “La función tiene que continuar. Si yo tengo que morir este viernes, o el día que tenga que morir, y hay Gran Premio, que no vengan a mi sepelio. Que corran el Gran Premio. Eso desea su padre. No permitiría yo ni en vida que vinieran a mi sepelio y perder una carrera.”

Checo Pérez en el GP de Azerbaiyán
REUTERS

Por BOSSK

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *